En el presente apartado, nos centraremos en el concepto de ecoterritorio.
Pero, ¿cómo lo relacionamos con la Animación Sociocomunitaria?
Desde la Animación Sociocomunitaria se pretende estimular la participación activa de las comunidades en un proceso de desarrollo para y con la propia comunidad. De esta forma, se impulsa el protagonismo de los y las ciudadanas para que esa transformación esté orientada a sus intereses y necesidades. Para ello, es imprescindible referirnos al concepto conocido como ecoterritorio. Asimismo, no atenderemos solo a la parte física de la comunidad, sino a todos los ámbitos de interacción que surgen y se dan en la misma (económica, social, cultural, política, e histórica). Por lo tanto, para realizar una intervención de calidad dentro de la Animación Sociocomunitaria, deberemos tener en cuenta el ecoterritorio en su totalidad y no como un mero espacio de asentamiento.
Para llevar a cabo el objetivo de exponer este concepto y reflexionar en torno al mismo, comenzaremos ofreciendo diversas definiciones en torno a dicho concepto, con el fin de mostrar los diferentes matices con los que se puede referir al mismo. Por otro lado, veremos qué características son propias del ecoterritorio, incluyendo en ambas cuestiones nuestra visión sobre la temática.
Definición
En la ponencia sobre el ecoterritorio dada durante las Jornadas sobre educación en el medio rural en Teruel (2009), se ofrecieron las siguientes tres definiciones, las cuales, tal y como señalábamos anteriormente, reflejan y dan importancia a diferentes aspectos según la forma en la que están formuladas.
Definimos Ecoterritorio como el espacio habitual de un ecosistema en el que interviene una población humana a lo largo del tiempo, a través de unas relaciones culturales que unen a los humanos y otras actividades tradicionales económicas y productivas ligadas a aquellos. La persona es un ser en situación (vive en un espacio determinado) y fijación (vive en un tiempo determinado). Su interacción con el espacio, el tiempo, otras personas y los seres vivos da lugar a un entorno social, político, económico y cultural complejo. El estudio del ecoterritorio permite comprender mejor la historia tejida a lo largo de los siglos por una sociedad, por un pueblo (p.1).
El territorio no es solamente una porción de tierra delimitada con su complejidad biofísica (relieve, condiciones ambientales, biodiversidad). Es sobre todo, un espacio construido socialmente, es decir, histórica, económica, social, cultural y políticamente (p.1).
De esta forma, también es entendido como el espacio habitual de un ecosistema en el que interviene una población humana a lo largo del tiempo, a través de unas relaciones culturales que unen a los humanos y otras actividades tradicionales, económicas y productivas ligadas a aquellos. Entendiendo cultura como las costumbres, edificaciones, comida, vestidos, cultivos, lenguaje, simbología, etc. y, también, las modificaciones realizadas en su entorno natural (p.1).
Características
Según Sosa Velásquez (2012), se puede entender el ecoterritorio desde dos concepciones que, no siendo excluyentes, abarcan dos caras de la misma moneda. La primera de ellas hace referencia a la posibilidad de cambio estructural o no estructural que ofrece a los diferentes grupos humanos que lo habitan. Por otro lado, el ecoterritorio se entendería como una relación dialéctica entre los grupos humanos y el territorio. Es decir, los grupos en cuanto son capaces de cambiar el entorno y, el territorio, el cual influye en la constitución de los propios grupos. Por lo tanto, ambos aspectos constituyen el recorrido histórico de un lugar (p. 20).
Esta última concepción hace referencia a la dimensión geo-eco-antrópica, la cual entiende el territorio como un espacio cuyas fronteras se definen por los procesos mediante los cuales los actores sociales lo transforman e intervienen en él, y no por las características físicas del lugar.
Con el objetivo de analizar todas las interacciones que tienen lugar en un entorno es necesario estudiar el ecoterritorio más allá de lo puramente físico. Para ello, será necesario analizar y comprender las relaciones sociales que surjan en el mismo, la historia acontecida y vivida por una comunidad concreta, la realidad sociocultural, la realidad democrática y de participación social y, por último, los vínculos territoriales e históricos. Dentro de estas categorías estaríamos refiriéndonos a aspectos como la población, los patrones de asentamiento, la migración, las transformaciones históricas, etc.
Este análisis se debe realizar atendiendo, según Sosa Velásquez (2012), a dos principios básicos:
- En primer lugar, habrá que atender a que se trata de una realidad compleja. Para su comprensión, será necesario tener en cuenta las relaciones tanto sociales como las económicas, culturales y las de poder. Éstas estarán ubicadas dentro de un espacio geográfico concreto con su propia historia (p.12).
- En segundo lugar, será necesario comprender que las dimensiones anteriormente mencionadas deben ser comprendidas de manera multidimensional, ya que ninguna de ellas puede ser entendida ni explicada sin hacer referencia a las demás (p.16).
Bibliografía
- Sosa Velásquez, Mario (2012). ¿Cómo entender el territorio?. Guatemala: Editorial Cara Parens.
- Domingo Cebrián, Virginia; García Esteban, F. Eduardo , Ramo Garzarán, Rosario M.; Sánchez Martín, Amparo (2009). Jornadas sobre educación en el medio rural: encrucijadas y respuestas. Teruel: Dpto. de Ciencias de la Educación, Universidad de Zaragoza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario